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Qué concepto tan sencillo y, no obstante, le
sorprendería con cuánta frecuencia aún los más altos ejecutivos, profesionales,
educadores y líderes cívicos quedan atrapados en proyectos, situaciones y
oportunidades que son apenas buenas, mientras que las excelentes quedan fuera,
esperando que ellos les abran campo en sus vidas. De hechos, el concentrarse en
lo que es sólo bueno suele impedir que aparezca lo excelente, por el simple
hecho de que no queda tiempo en las agendas para aprovechar ninguna oportunidad
adicional.
¿Es ésta su situación?
¿Se ocupa constantemente de prospectos
mediocres o de aplicar planes no bien orientados para alcanzar el éxito, cuando
podría estar dejando atrás grandes oportunidades?
Si hiciera un análisis detallado de su vida y
pusiera por escrito las actividades que le han aportado el mayor grado de
éxito, las mejores ganancias financieras, el mayor progreso en su vida
profesional y el mayor placer, descubriría que cerca del 20% de su actividad
profesional le produce cerca del 80% de su éxito. Esta tendencia es la base del
Principio de Pareto, conocido así por el nombre del economista del Siglo XIX
que descubrió que el 80% de los ingresos empresariales provienen del 20% de los
clientes.
Deje de especializarse en cosas
intrascendentes
En lugar de dedicarse, y dedicar su tiempo a
actividades vanas e improductivas, que le quitan tiempo, imagínese lo rápido
que alcanzaría sus metas y mejoraría su vida si dijera que no a esas
actividades que le hacen perder tiempo en lugar de centrarse en el 20% de las
que le reportarían el mayor beneficio.
¿Qué ocurriría si, en lugar de mirar
televisión, navegar un tiempo en el Internet, hacer diligencias innecesarias
y ocuparse de problemas que hubiera podido evitar en primer lugar, aprovechara
ese tiempo adicional para dedicarlo a su familia, a su matrimonio, a su
negocio, a iniciar una nueva fuente de ingresos y a otras actividades que lo
ayuden a avanzar en la vida?
En el comienzo de la película Rocky
de Sylvester Stallone, éste sabe cómo decir que no a lo bueno. Después
de terminar el primer guion de televisión de Rocky, Stallone encontró varios
productores que estaban interesados en llevarlo al cine. Aunque eso por sí sólo
le hubiera representado a Stallone una gran cantidad de dinero, él insistió en
que quería también el papel principal. Aunque otro actores, como James Caan,
Ryan O´Neal y Burt Reynolds habían sido considerados para desempeñar el papel
de Rocky Balboa, Stallone dijo no, y después de encontrar personas dispuestas a
respaldarlo y financiar un presupuesto efímero de menos de un millón de
dólares, Stallone terminó el rodaje en sólo 28 días.
Rocky se convirtió en un éxito rotundo en
1976, con un recaudo de taquilla de más de $225 millones y obtuvo dos premios
Oscar a la mejor película y al mejor director, así como nominaciones para mejor
actor y guionista para Stallone, quien tomó el control total de sus
oportunidades doradas y convirtió a Rocky Balboa, y más tarde a John
Rambo en franquicias de la industria que han obtenido más de $2,000
millones en ganancias a nivel mundial.
¿Qué podría presentársele en la vida, si
dijera que no a lo bueno?
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